Santo
(I) SIGNIFICADO DE LA PALABRA. Las palabras hebr. qádós (santo) y qódes (santidad) no se derivan probablemente de hádas (ser nuevo, puro), sino de qádad (cortar, en sentido cultual: ser separado, alejado de lo impuro [hól] y profano, y destinado al servicio de Dios.
(1) Todo lo s. tiene su último fundamento en lo que la filosofía de la religión llama lo numinoso y que en la Biblia se revela como lo s. en sentido absoluto, e.d., como una cualidad que conviene exclusivamente a Dios, grandeza y majestad increada.
(2) Lo s. en sentido cultual es una cualidad de la criatura en cuanto que esta ha sido sustraída al uso profano y ordenada a Dios.
(3) Como cualidad religiosomoral, la santidad es propiedad exclusiva de Dios, de los ángeles y de los hombres, y se manifiesta como perfección y pureza moral en el pensar y en el obrar.
(II) EN EL AT. (A) Santidad de Dios. En contraste con otras religiones a las que lo numinoso no es del todo ajeno, pero en las que lo s. se afirma exclusivamente en sentido cultual y rara vez se dice de la divinidad, en el AT se halla el predicado <santo> en sentido absoluto y referido exclusivamente a Dios, para designar su majestad increada y completamente inaccesible, en virtud de la cual todo lo demás (las criaturas) se sitúa frente a Él como lo absolutamente no s.
(B) La santidad de Dios se convierte luego en norma y dechado para los hombres: <Habéis de ser s., porque yo soy s.> (Lev 11:44 19:2 20:26). Como Dios celoso, exige la santidad (Jos 24:19) y puede imponer, aun por faltas mínimas, los más graves castigos (1Sam 6:20 2Sam 6:6). Aquí la santidad de Dios coincide con su justicia vindicativa (Is 5:16, cf. Sab 5:20). Pero no es ésta la forma más elevada en que se revela la santidad de Dios.
(C) La santidad cultual es un medio para proteger y fomentar la santidad interior, que aquella ha de simbolizar. De ahí el precepto de que los israelitas, y particularmente los sacerdotes, se abstengan de toda impureza, precisamente porque Yahvéh es s. (Lev 11:44S 18:21 20:3.7 22:32). Por eso los sacerdotes son s. (Éx 29:1 Lev 21:7S).
(III) EN EL NT. La importancia de la santidad exclusivamente física desaparece o, cuando se hace mención de ella, como en Heb 8:5, desempeña un papel espiritual, como tipo y prefiguración. En consecuencia, se acentúa aún más fuertemente la santidad moral y personal.
(A) La santidad de Dios se menciona pocas veces; así, cuando Cristo designa a Dios como Padre suyo s. (Jn 17:11, cf. 1Pe 1:15). En este último pasaje, como en otros, se acentúa la absoluta santidad de Dios, sobre todo en paralelo con el trisagio de Is (Ap 4:8), donde la santidad de Dios se identifica con su gloria y su poder, y se incluye también su justicia.
(B) Más a menudo (Mc 1:24 Lc 1:35 4:34 Jn 6:69 1Jn 2:20 Ap 3:17 Act 3:14 4:17.30), pero con reserva, se hace mención de la santidad de Cristo, como razón y ejemplar de toda santidad humana (1Jn 2:20 1Pe 1:15S). Cristo es s., porque es Dios (Lc 1:35) y posee al Espíritu Santo en toda plenitud (Mc 1:24 Lc 4:34).
(C) El Espíritu de Dios es preferentemente designado como s. porque desempeña papel particular en la santificación; así, en el nacimiento (Lc 1:35) y en el bautismo de Cristo (Mt 3:11 par.), con quien esta ligado de manera especial (Jn 20:22, cf. Jn 15:26 16:23 Act 2:1SS). Él es también el Espíritu del cual está llena la primitiva Iglesia (Act 2:4 4:31) y el que obra la santificación de los fieles (Rom 15:16 2Tes 2:13).
(D) El hombre Como en el AT, también en el NT hay un pueblo que está, en su totalidad, obligado a la santidad (1Pe 2:9, cf. Éx 19:6); pero aquí han caído todas las barreras nacionales, y la razón de la santidad no es ya la antigua alianza, sino la unión con Cristo (1Cor 6:11), por lo que el <nuevo pueblo de Dios> es santificado en el Espíritu Santo (1Cor 1:2 Rom 15:16).